RUTA "EL VOLAOR"

La verdad es que Sebi tenía muchas ganas de hacer esta marcha y no tuvo que rogarnos mucho para convencernos. Así que una mañana de principios de agosto 4 valientes nos decidimos a hacerla: Sebi, Miguel Ángel, Xavi y Antonio.
Partimos a las 7:00 horas desde la Plaza del Agua camino del Puntal hacia los calares. Una vez arriba, iniciemos un angosto y peligroso itinerario, antigua ruta de estraperlistas, hasta divisar a nuestros pies la localidad de Tus.
Después de una bajada peligrosa, que costó a alguno algún susto inesperado, llegamos a una de las fuentes que nos apareció en el camino donde paramos para reponer fuerzas, comiendo unos bocatas que desaparecieron en un pis pas.
Iniciamos de nuevo el tramo más duro de la ruta, la subida al volaor, es decir, la otra vertiente por donde discurre el río Tus.
Subida interminable y con pendientes imposibles en algunos tramos, pero al final nuestra recompensa, la cima espectacular de grandes vistas indescriptibles por su belleza. Todos estabamos de acuerdo en que el esfuerzo mereció la pena, a pesar de que ya nos hallabamos exhaustos.
Desde allí iniciabamos la bajada hasta un cortijo donde nos detuvimos a aliviar la sed y recargar provisiones líquidas, ya que el calor apretaba y el camino que nos quedaba por delante lo requería.
Una vez abajo, aprovechamos el lecho del río para iniciar un baño, que al final fue un remojón de sólo pies. El agua, a pesar del calor, estaba heladísima. No obstante, mano de santo ya que los piés nos quedaron como nuevos.
Después de una fatigosa travesía que picaba constantemente hacia arriba llegamos a un desvío que nos condujo hacia abajo hasta el Seminario, y desde allí, todo fácil hacia abajo por la carretera hasta la Peña del Olivar, donde nos esperaban unas merecidas y, sobre todo, muy fresquitas cervecitas. Misión cumplida, ya eran las 15:oo horas y tocaba dar finiquito a tan osada aventura.
Eso sí, ya quedabamos emplazados para la próxima que aún está por determinar y que dejamos a Sebi, una vez más, el sorprendernos y regalarnos otra maravillosa aventura.